El duelo es el dolor que ocurre por la pérdida de algo o alguien, no necesariamente la muerte de un ser querido. Por ejemplo, puede presentarse tras la pérdida de una pareja, un divorcio o cuando los hijos se van de casa. ¿Cómo manejar el duelo en tiempos de pandemia?

El duelo es un proceso normal que puede durar desde los 3 meses hasta un año, sin embargo, cuando se extiende a más de dos años se considera un duelo patológico.

Presenta el Dr. Juan Pablo Ledesma Heyer, Médico Internista y Geriatra. Para hablar del tema nos acompañó la Psicóloga y Tanatóloga Adanary Mendoza Morales y por vía telefónica el Dr. José de Jesús (Pepe) Valencia Rodríguez, Médico Gerontólogo y Tanatólogo. Imagen por Engin Akyurt.

¿Cómo identificar a una persona que pasa por un duelo?

La Psicóloga Adanary nos comenta que ante un duelo, las personas pueden sufrir de trastornos de sueño (insomnio o mucha somnolencia), suelen dejar de hacer aquello que les gusta, pierden contacto con personas cercanas y es común que somaticen, reflejándose en diversas dolencias corporales.

El duelo también puede cursar con palpitaciones, taquicardia y bochornos así como con sentimientos de ansiedad, angustia y la sensación de perder el sentido de la vida.

El proceso del duelo puede ocurrir en prácticamente cualquier edad, no obstante, en estos tiempos de pandemia, los adultos mayores pueden sufrir aún más la pérdida de su vida “normal” y del distanciamiento de sus seres queridos (amigos, hijos, nietos, etc).

Los adultos mayores en particular han sido aislados, y aunque es por razones de salud (si enferman es más probable que desarrollen complicaciones), es importante que mantengamos comunicación constante con ellos, aún si es por teléfono o algún otro medio (videollamada, mensajes, entre otros).

Etapas del duelo ante la pandemia

Se han descrito diversas etapas por las que pasa una persona durante el proceso de duelo. Ante la situación de salud actual, suelen desarrollarse de la siguiente manera:

En un inicio (cuando nos enteramos de que viene una epidemia) es común que las personas entren en estado de shock o incredulidad ¿qué está pasando? ¿Cómo?

Etapa de negación

No se asimila lo que está ocurriendo, ¿cómo es posible que hay una epidemia y que debemos cambiar nuestros hábitos de vida, que no podamos salir de casa?

Etapa de negociación

Nos preguntamos cómo vamos a continuar con nuestras vidas. ¿De qué recursos nos vamos a valer para continuar?

Etapa de aceptación

Nos adaptamos a la situación, entendemos que es algo que no podemos evitar y que la vida sigue. Además, podemos tomar medidas necesarias para cuidarnos y cuidar a los demás.

¿Qué hacer ante el riesgo de perder a un ser querido en estos tiempos?

El Dr. Pepe Valencia nos exhorta a utilizar la tecnología actual para hablar con nuestros seres queridos independientemente de si están o no enfermos, y de si tienen riesgo de perder la vida (¿por qué solemos esperar a que estén cerca de la muerte para hacerlo?).

Son tiempos para decir aquello que sentimos, para perdonar y decirnos cuánto nos queremos.

En caso de que la persona sí fallezca, lo anterior puede ayudar mucho al proceso del duelo, ya que la acción de perdonar y de expresar nuestro amor a la persona cercana proporciona mayor sensación de paz y alivio.

¿Qué hacer si perdemos a un ser querido y no podemos asistir a su funeral?

Por la contingencia actual y para evitar contagios, se evita en lo posible la asistencia a funerales.

Sin embargo, la Psicóloga Adanary recomienda llevar a cabo rituales de despedida que nos pueden ayudar en el proceso de duelo, por ejemplo, el escribir una carta con nuestros sentimientos hacia la persona que falleció (finalmente, una carta para nosotros mismos), se puede también realizar algún ritual con las cenizas, como expandirlas en algún lugar especial o podemos recurrir a diversas oraciones.

Es importante mencionar que es normal que las pérdidas más significativas nos dejen una marca permanente, sin embargo, cuando superamos el proceso de duelo ya podemos hablar con cierta tranquilidad del tema.

No olvidemos que los peores duelos suelen ocurrir cuando la persona se guarda sus sentimientos.

Por último, con respecto a las medidas sanitarias que se nos requieren ¿por qué no ver lo bueno en lo malo? Finalmente, el aislamiento es una oportunidad para convivir más de cerca con aquellos que viven en nuestra casa (pareja, hijos, abuelos).

Además es una oportunidad para acercarnos a nosotros mismos, escribir nuestras ideas, un diario, una bitácora e incluso establecer un calendario de actividades que nos puede ser de gran ayuda para motivarnos y como ejercicio de autoanálisis.