Por el Dr. Juan Pablo Ledesma Heyer (Médico Internista y Geriatra)

La higiene adecuada durante la vejez es necesaria, no solamente por cuestiones de salud (recordemos que el adulto mayor está en mayor riesgo de desarrollar infecciones, lesiones de la piel y otras complicaciones), sino también por su bienestar mental y emocional. Aún si se encuentra en cama, enfermo o sale poco de casa, es importante cuidar la apariencia de nuestro adulto mayor. Cuando ya tiene cierta dependencia funcional, se le ayuda hasta el grado necesario, si aún es autónomo por completo, se le motiva a hacerlo.

Recordemos que la dignidad de una persona involucra también el estar limpio y arreglado.

Se recomienda que el cuidador del adulto mayor hable de manera clara, suave y de frente hacia él o ella, y que tenga paciencia al momento de ayudarle en las actividades de la vida diaria, sin regaños, explicando el por qué es necesario, por ejemplo, bañarle o cepillarle los dientes (en los casos en que el adulto mayor se niega o muestra resistencia).

A continuación, se mencionan algunas indicaciones y consejos para el aseo o higiene personal, así como vestido del adulto mayor, en particular, de aquellos que tienen cierto grado de dependencia funcional y que por lo tanto, requieren de ayuda o supervisión para hacerlo. Imagen tomada de piqsels

El baño

No es necesario que se bañe diariamente la persona mayor, cada 2 a 5 días puede ser suficiente. El baño debe ser breve, no más de 5 minutos, con jabón humectante, tallando suavemente la piel y evitando el agua muy caliente, así como el uso de estropajos duros o piedras. Se debe masajear suavemente el cuero cabelludo con champú y enjuagar bien el cabello. Se recomienda usar una crema humectante sobre la piel inmediatamente después del baño.

El baño estando la persona sentada es mucho más seguro, se evita el riesgo de caídas. La silla debe tener patas firmes y con gomas antideslizantes. Si se baña de pie, debe tener piso donde no vaya a resbalar, agarraderas bien fijadas al muro en cada pared y evitar el uso de cortinas. Un baño menos estresante es usar regadera de teléfono o bañarse con un cuenco (a jicarazos). Dejar que se bañe por sí solo lo más que pueda.

Nuestra función será sólo supervisar, animar, recordar qué parte del cuerpo falta y cómo bañarse, en último caso le bañaremos.

Para un baño de esponja debemos colocar una sábana plastificada debajo del paciente y colocar sábanas enrolladas a los lados. Enjabonar y enjuagar rápidamente con una toallita. Iniciar en la cara y seguir hacia abajo. Tenga puerta y ventana cerrada para evitar corrientes de aire.

Cuando aseamos los genitales debemos tener mucho respeto al pudor de la persona, pero no dejar de ser minuciosos en el cuidado. Utilizar una toalla facial con espuma de jabón o una toalla para bebé sin alcohol. En la mujer, se asea la vulva e introito. En el hombre, el escroto, pene y prepucio. En cuanto al secado, hay que hacerlo escrupulosamente, especialmente en zonas de flexión y entre los dedos de los pies. 

Recordemos vestir parcial o totalmente dentro del baño a la persona antes de sacarla, y secar el cabello húmedo para evitar cambios bruscos de temperatura. Aunque parezca increíble, los ancianos sí pueden resfriarse y enfermar por una corriente de aire frío, aunque lo nieguen los libros de medicina.

Aseo de oídos y uñas

Los oídos se asean con una toallita húmeda por fuera evitando el uso de cotonetes. Las uñas se deben mantener cortas y limpias. Las uñas se cortan curvas en las manos y rectas en los pies. Para ayudar a rasurarse se debe enjabonar y enjuagar la barba al menos una vez antes de afeitarla.

Aseo bucal

En cuanto al aseo bucal, se recomienda hacerlo al menos 2 veces al día, si el adulto mayor puede hacerlo por sí solo, facilitarles el acceso a la pasta e hilo dental.

En el caso de que el adulto mayor rechace el cepillo dental, entonces limpiarle los dientes con una gasa enrollada en un palo de madera (los que se usan para paletas), y embebida en agua con bicarbonato. En caso de que tenga dentadura completa o parcial, se debe limpiar a diario y tratar de sacar de la boca algunas horas todos los días. No olvidar tallar suavemente la lengua durante el cepillado de dientes, siempre de atrás hacia adelante.

Vestido

Es conveniente escoger la ropa y colocarla toda junta en un solo lugar antes de comenzar a vestirse; esto evita distracciones y olvidos mientras se está vistiendo.

Hay que darle el tiempo suficiente al adulto mayor para que se vista por sí mismo.

La ropa deberá ser cómoda, de acuerdo al estilo de la persona, apropiada para el clima, limpia y en buen estado. No hay nada más triste que ver a una persona en pijama todo el día, o con ropa rota, sucia y que huele a orina.

Es práctico también hacer ajustes a la ropa para que sea más fácil de poner. Se pueden hacer ajustes con velcro para simular botones y colocar resortes para evitar las cremalleras y cinturones. En cuanto a zapatos, es importante que sean cómodos, de piel y sin agujetas, con tacón no mayor de 2 cm de alto y con suela antideslizante.

No olvidar ayudar sólo cuando sea necesario.

Tratemos de que la persona mayor tenga a la mano la ropa de su armario (no en bolsas, maletas o zonas inaccesibles) y organizar su clóset de tal forma que las opciones de combinaciones de ropa sean pocas (situación útil en casos de demencia).

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