Acorde a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la polifarmacia se define como el uso de tres medicamentos o más por una persona de manera simultánea. Conforme se va envejeciendo, es común que se aumenten los padecimientos de salud y por lo tanto, el número de medicamentos o fármacos que se prescriben para tratarlos.

«Se estima que más del 50% de los adultos mayores de 70 años estarán tomando tres o más fármacos al mismo tiempo»

Lo anterior puede derivar en una serie de complicaciones de salud que ocurren por los efectos secundarios de los medicamentos y las posibles interacciones medicamentosas.

Por lo anterior, el médico a cargo debe valorar debidamente qué fármacos y cuántos va a tomar un paciente en un momento dado. Entonces ¿Por qué los adultos mayores terminan utilizando muchos medicamentos? ¿Cómo puede el médico geriatra valorar qué medicamentos son o no necesarios? ¿Cuáles son los efectos adversos más comunes que se observan?

Presenta el Dr. Juan Pablo Ledesma Heyer, Médico Internista y Geriatra. Para responder a estas preguntas nos acompaña la Dra. Raquel Denisse Rubio González, Médico Especialista en Geriatría, con amplia experiencia en clínica y atención a adultos mayores en Casas de Descanso. Imagen tomada de piqsels

Índice

¿Por qué los adultos mayores terminan utilizando muchos medicamentos?

Es común que a medida que envejecemos, tengamos más padecimientos de salud. Si bien, muchas veces es necesario recetar un medicamento para una patología, por ejemplo, la diabetes, cuando además aparecen efectos adversos por dicho medicamento, como pueden ser mareos o malestar estomacal, entonces se empiezan a agregar otros medicamentos para tratar estos efectos secundarios. Aquí es donde el médico debe valorar debidamente si el paciente realmente necesita ese medicamento, y en caso de necesitar tratar determinado síntoma o enfermedad, valorar si el medicamento elegido es realmente la mejor opción, o si debe buscar otras opciones.

También sucede que el paciente, por los padecimientos que presenta, acude con diversos especialistas (por ejemplo, con el cardiólogo, el urólogo y el reumatólogo) y en cada caso, le son recetados uno o más medicamentos que finalmente suman varios simultáneamente. Si bien, la polifarmacia puede estar justificada en algunos casos, es esencial que el médico a cargo haya valorado debidamente la situación con anterioridad.

¿Cómo puede el médico a cargo valorar qué medicamentos son o no necesarios?

Lo ideal es que tratándose de un adulto mayor, se tenga un médico que sea como el director de la orquesta, el que dirige en general toda la atención que necesita la persona (no importa si es necesaria la intervención de otros médicos especialistas) y que en este caso, el mejor capacitado es el Médico Geriatra.

Lo primero que deberá hacer el médico geriatra es una lista que considere todos los medicamentos que está tomando el paciente en un momento dado, para qué le fueron prescritos, la frecuencia con la cual los toma y cuánto tiempo lleva tomándolos. Una vez hecha la valoración de acuerdo a la información dada por el paciente, el médico geriatra debe dejar muy en claro cuáles son los medicamentos que sí podrá seguir tomando y cuales ya no, o en su caso, qué nuevos medicamentos deberá tomar.

“Es muy importante que el paciente comprenda claramente cuál será su nuevo plan farmacológico, y que no agregue los medicamentos prescritos por el geriatra a los que ya consumía anteriormente (a no ser que así se le indique).”

Se debe también preguntar acerca de las vitaminas, suplementos alimenticios o medicina alternativa, como la herbolaria, que pudiera estar tomando el paciente ya que estos también pueden causar efectos adversos o interactuar con otros medicamentos. Además, hay que considerar que algunos medicamentos que se venden como naturales, en ocasiones contienen sustancias que no lo son.

¿Cuáles son los efectos adversos más comunes que se observan?

Es muy común que se prescriban medicamentos para tratar el dolor (analgésicos) en adultos mayores. Estos medicamentos comúnmente pueden causar problemas gástricos, mareos y problemas renales.

¿Cuál es el problema con el uso de diuréticos para tratar la hipertensión?

El problema con recetar diuréticos  para tratar la presión arterial alta, es que pueden causar problemas de mareos y caídas que pueden derivar en mayores problemas de salud. Para esto, pueden recetarse otros medicamentos que no aumentan el riesgo de caídas.

¿Son necesarios los medicamentos para dormir?

Cuando una persona toma fármacos para poder dormir, lo primero es detectar por qué tiene problemas para dormir. En muchas ocasiones los problemas de insomnio pueden estar causados por malos hábitos, por ejemplo, ingerir mucha agua o té antes de acostarse (que les obliga a orinar varias veces durante la noche), tomar siestas largas en la tarde, entre otros. Se deberán descartar primeramente estas razones para considerar la necesidad de recetar un somnífero. Muchos medicamentos que se usan para inducir el sueño pueden causar mareos, delirios, mayor riesgo de caídas, e incluso problemas de memoria y deterioro cognitivo a largo plazo.

¿Cuál es el problema de la automedicación?

No es raro que el adulto mayor se automedique, por ejemplo, que tome otros analgésicos aparte de los que le han sido recetados para tratar el dolor. Lo anterior puede causar diversos problemas de salud que van desde una simple irritación estomacal hasta la aparición de úlceras pépticas e incluso anemias.  Está bien descrito que si se toman más de 5 fármacos al mismo tiempo hay una gran probabilidad de presentar un efecto adverso que puede variar en gravedad.

Conclusión

La polifarmacia se refiere al uso de tres medicamentos o más por una persona de manera simultánea. Conforme envejecemos, suelen aparecer más padecimientos de salud que pueden derivar en un mayor uso de medicamentos. El problema de tomar varios medicamentos a la vez, es que la mayoría de ellos tienen efectos secundarios que pueden agregar más problemas de salud a los que se tenían inicialmente. Si bien, la polifarmacia puede justificarse en algunos casos, lo ideal es que se busque la asistencia de un Médico Geriatra que “orqueste o dirija” la atención que recibe el adulto mayor, evitando el uso innecesario o inadecuado de medicamentos.