Discutiremos algunas estrategias que nos ayudarán a enfrentar de mejor manera la crisis de salud actual que se vive en el mundo debido a la epidemia por el virus de COVID-19.
Índice
- ¿Qué son las estrategias de afrontamiento?
- ¿Cuáles son las reacciones más comunes observadas ante la situación actual?
- ¿Cómo podemos manejar el miedo?
- Otras estrategias de afrontamiento
Presenta el Dr. Juan Pablo Ledesma Heyer, Médico Internista y Geriatra. Para tocar este tema tenemos a nuestro invitado especial, el Psicólogo de Adultos Mayores Joaquín García López, también Maestro en Terapia Familiar y Director del programa “Conoce con los años”. Imagen de Ryan McGuire.
¿Qué son las estrategias de afrontamiento?
Los humanos tenemos mecanismos automáticos de conducta para afrontar los eventos que ocurren en nuestro medio.
Ante cualquier evento impactante en la vida (accidente, pérdida de algún ser cercano, crisis sanitaria como la actual, etc.) nuestra reacción automática suele ser huir, paralizarnos o pelear (que puede reflejarse también como una negación de la situación que se vive).
Sin embargo, con el tiempo empezamos a adaptarnos y hacer cosas más adecuadas para sobrellevar la situación.
Cuando se habla de estrategias de afrontamiento nos referimos a acciones programadas, conscientes y voluntarias que empezamos a incorporar en nuestra rutina diaria y que nos ayudan a transitar una situación de crisis.
Estas estrategias implican cambios a nivel de hábitos, pensamiento y de cuidado personal.
¿Cuáles son las reacciones más comunes observadas ante la situación actual?
Ante la crisis sanitaria actual, es común que las personas reaccionen con miedo, el cual muchas veces se enmascara por enojo y negación.
Una manera en la que se suele negar la situación es descalificando a las personas encargadas de dirigir las acciones de cuidados ante la pandemia, por ejemplo, de profesionales de salud o representantes de las instancias de salud gubernamentales que tienen conocimiento en el área.
De esta manera, al descalificarlas como personas o profesionales podemos “ya no creer en su discurso” y omitir sus recomendaciones e indicaciones, o ignorar la información que nos proveen sobre el tema.
Lo anterior, aunado a las noticias falsas que se propagan en gran cantidad, hace que las personas, y en particular los adultos mayores, al tiempo que están temerosas de la situación, estén también mal informadas, y por lo tanto no tengan los cuidados adecuados para afrontar la pandemia.
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Conforme pasa el tiempo ocurre también, y particularmente en adultos mayores, que aparezca el sentimiento de tristeza por el aislamiento social o ante la pérdida de algún ser cercano o querido. Ambos eventos pueden dar lugar a un estado de depresión que suele presentarse si no se adoptan estrategias adecuadas para manejar estas reacciones.
¿Cómo podemos manejar el miedo?
Lo primero es reconocer el miedo y hablarlo. Lo anterior permite pasar el tema de una cuestión meramente emocional a una cuestión de lógica.
Siempre es importante hablar de nuestras emociones para no guardarlas y para poder racionalizarlas. Posteriormente se debe establecer un plan de acción que incluya:
- Elegir las medidas a tomar de cuidado personal
- Hacer un plan de acción con las personas con las que vivimos o convivimos mucho (¿cómo nos vamos a comunicar? ¿qué medidas sanitarias se van a tomar en casa?)
- Aprender a elegir las fuentes de información que vamos a escuchar y descartar fuentes de información que no son confiables.
Otras estrategias de afrontamiento
Postergar el contacto físico
Es importante aceptar que el contacto físico se debe postergar, al menos por un tiempo. Podemos buscar conversaciones por teléfono o videollamadas con nuestros familiares o amistades.
No obstante, para que sean realmente efectivas es fundamental que no sean conversaciones superficiales (no sólo quedarnos con ¿cómo estás? Bien ¿y tú?) Sino que se establezca un diálogo más íntimo o personal donde se toquen temas de interés (de preferencia, no fatalistas) de ambas partes.
Establecer una rutina
Se aconseja también establecer una rutina del día para mantenernos sanos y ocupados, por ejemplo: antes de desayunar hacer un poco de ejercicio o meditación; procurar horarios de sueño y alimentación bien establecidos, dejar ratos para realizar pasatiempos o buenas lecturas y un espacio para comunicarnos por teléfono o videollamada con nuestros seres queridos.
A la semana se recomienda tener contacto con al menos tres fuentes de afecto (familiares o amistades).
Detectar noticias falsas
Es muy conveniente educarnos en materia de detección de noticias falsas y aprender a filtrar la información que nos llega sobre el tema de COVID-19.
No contar con la información adecuada o no filtrarla (creer todo lo que leemos) nos lleva a sentirnos peor, evita que tomemos las medidas de cuidado necesario, o por el contrario, que actuemos de manera exagerada.
Por salud psicológica, también es válido pedir a las personas que no nos den tantas noticias negativas, así sean verídicas. Basta con comprender lo que está sucediendo y adoptar las medidas adecuadas para evitar contagiarse o contagiar a personas.
Solicitar ayuda psicológica
No olvidemos que ante cualquier situación de crisis psicológica, existen líneas telefónicas que tienen el estado de Jalisco y los DIF municipales para dar terapia a distancia gratuita a cualquier persona que lo requiera.
Las opciones y estrategias para afrontar la crisis de salud actual son muchas y de adoptarlas o no dependerá que tan bien (física y emocionalmente) transitamos y nos adaptamos a esta situación.