La psicogerontología se configura hoy en día como un campo de estudio interdisciplinar donde convergen la gerontología y la psicología clínica. Esto se debe, a que en la formación del psicogerontólogo se contempla el conocimiento exhaustivo de las ciencias del envejecimiento y los conocimientos teóricos – prácticos de las técnicas de abordaje psicoterapéutico visualizados desde una corriente neuropsicológica, cognitivo – conductual o psicoanalítica.

En este sentido, el campo de acción de la psicogerontología adquiere un rol importante en el primer nivel de atención sanitaria. De tal manera, que la labor del psicogerontólogo es evaluar, identificar, diseñar estrategias, investigar e implementar programas de atención que permitan el abordaje de alteraciones cognitivas y psicoafectivas en módulos de atención gerontológica, centros integrales de salud mental, centros de día para personas mayores, hospitales psiquiátricos y centros comunitarios de desarrollo social .

La evaluación psicogerontológica permite evaluar las capacidades cognitivas de las personas mayores que son: la memoria, la atención, la orientación, el cálculo, el juicio, las funciones ejecutivas, praxias, gnosias, el lenguaje y la inteligencia. A si como también, conocer su perfil psicológico, identificar cambios en las relaciones sociales, conductas inapropiadas que pongan en riesgo su vida, la manera de expresar su sexualidad y la dinámica familiar. De igual forma, identificar si existe algún tipo de maltrato.

envejecimiento
La terapia ocupacional y la arteterapia representan opciones viables para el desarrollo socioemocional de las personas mayores.

Una vez realizada la evaluación psicogerontológica se procede a diseñar un plan de intervención centrado en el sujeto gerontológico. Para tal efecto, la psicoestimulación cognitiva es una estrategia empleada cuando el paciente experimenta un déficit leve en las capacidades cognitivas antes mencionadas.

Así como también, la terapia de resolución de problemas, apego a la realidad y la clínica de la mirada y escucha. Por otra parte, cuando el sujeto gerontológico es diagnosticado con trastorno neurocognitivo mayor, se proceden a la rehabilitación neurocognitiva y al trabajo con los familiares para promover el trato digno hacia el enfermo y el acompañamiento para evitar el síndrome del desgaste del cuidador.

Uno de los pilares de la intervención psicogerontológica son las dinámicas de grupo; estas deben ser diseñadas desde una orientación que contemple las herramientas de la gerontagogía así como las técnicas psicoeducativas y los espacios intergeneracionales para promover la integración de la persona mayor hacía con la familia y la sociedad. En este sentido, la terapia ocupacional y la arteterapia representan opciones viables para el desarrollo socioemocional de los participantes.

A manera de conclusión, se debe tomar conciencia sobre la importancia de incluir a la psicogerontologia en los sistemas de salud; ya que debido a la transición demográfica las personas mayores serán los que soliciten de dichos servicios. De igual manera, sensibilizar a los familiares sobre el cuidado de la persona mayor ya que las quejas subjetivas de memoria y la depresión no son producto de la vejez si no una problemática que se debe atender al momento que la persona mayor lo empieza a experimentar y con ello, evitar situaciones más graves que comprometan su calidad de vida.