Las úlceras por presión, también llamadas llagas, son regiones de lesión en la piel y el tejido subyacente que aparecen como consecuencia de permanecer en una misma posición por mucho tiempo (lugar donde se hace presión constante en el cuerpo).

Normalmente empiezan como manchas rojas en la piel, y los sitios más comunes donde aparecen son la región sacra o rabadilla, en los talones, en la cadera por estar de costado y en las rodillas.

Una úlcera por presión se considera un síndrome geriátrico, es decir, una condición o serie de problemas de salud que el adulto mayor es más propenso a tener.

Pero, ¿Qué factores nos hacen más propensos a tener estas úlceras? ¿Se pueden prevenir? ¿Qué ocurre si no se tratan a tiempo?

Presenta el Dr. Juan Pablo Ledesma Heyer, Médico Internista y Geriatra. Para ahondar en el tema tenemos a la Dra. Gabriela Ascencio del Real, Médico Especialista en Geriatría y Médico del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde en Guadalajara, Jalisco. Imagen de Stefan Wiegand.

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Índice

¿Qué factores de riesgo hay para desarrollar úlceras por presión?

Las úlceras por presión pueden aparecer por diversas causas que tienen en común la falta de movilidad de la persona: estar mucho tiempo en cama, discapacidad motriz, debilidad, sarcopenia (disminución de la masa y fuerza muscular), desnutrición o por un mal cuidado hacia el paciente, entre otras causas.

La edad se presenta como otro factor de riesgo; a mayor edad, mayor riesgo de presentarlas. Además factores como estar en un asilo o presentar ciertos problemas de salud, como insuficiencia renal o problemas cardiovasculares, también aumentan la probabilidad de desarrollar úlceras por presión.

¿Cómo se previene la aparición de estas úlceras?

Una vez que aparecen las úlceras por presión, y dependiendo de dónde estén y de su profundidad, será el tratamiento que se les dé.

Lo ideal es prevenir las úlceras antes de que aparezcan, ya que una vez que aparecen su curación puede ser bastante lenta. La clave para prevenirlas es la movilización continua: si la persona no se puede mover, entonces se le debe mover cada 2 horas completamente; por ejemplo, ponerlo de un costado 2 horas, luego boca arriba 2 horas y luego del otro costado el mismo tiempo.

Se puede también utilizar un colchón de presiones alternas en las noches.

Si la persona usa pañal, es necesario cambiarlo constantemente, ya que la humedad favorece la presencia de úlceras por presión. También es importante mantener saludable la piel: utilizar cremas para mantenerla humectada y evitar el baño con agua muy caliente.

¿Qué pasa si no se trata una úlcera por presión?

Las consecuencias de no atender una úlcera por presión son diversas pudiendo llegar a disminuir sustancialmente la calidad de vida de la persona: aumenta la probabilidad de hospitalización del paciente, puede causar depresión y aislamiento; sobre todo cuando se acompañan de dolor o le impiden a la persona realizar ciertas actividades, y pueden derivar en infecciones, osteomielitis e incluso la muerte.

Por lo anterior, desde que el paciente presenta una mancha roja en la piel se debe buscar ayuda profesional, no esperar a que se hagan más profundas.

En el caso de que las úlceras sean profundas o tengan secreción, huelan mal y tengan mal aspecto, es necesario acudir al hospital lo antes posible ya que son signos de una infección que debe tratarse de inmediato.

¿Qué hacer con la gente que debe permanecer mucho tiempo inmóvil o en silla de ruedas?

La clave para la prevención de las úlceras es la movilidad continua del paciente, pueda éste moverse por sí mismo o necesitando ayuda de otras personas.

Se deben evitar los cojines en forma de dona ya que no reparten la presión del peso del cuerpo. En cambio, y de ser posible, se les puede acercar una mesa para que se recarguen en ella, esto cambia los puntos de presión del paciente.

También puede funcionar el uso de pequeñas almohadas para evitar que dos partes del cuerpo tengan contacto directo y causen una úlcera, por ejemplo, cuando una rodilla choca con la otra cuando nos acostamos de lado.

Por otra parte, es importante que los cojines, sábanas, sillones, cubiertas o colchones que usa el paciente sean de un material que no genere mucho calor ni guarde humedad.

Clasificación de las úlceras por presión

Las úlceras de presión se clasifican de acuerdo a su gravedad y profundidad en:

  • ESTADO I: Se observa una mancha roja en la piel.
    ESTADO II: Pasa de una mancha roja a retirar la primera capa de la piel, por lo cual se ve aún más roja.
    ESTADO III: Se vuelve más profunda, de modo que llega al músculo o tejido adiposo.
    ESTADO IV: Se llega al punto en que se puede ver el hueso o tendón, dependiendo la localización.
  • NO CLASIFICABLES: cuando se presenta como una escara o cicatriz de color negro o negruzco. No se sabe que hay abajo de ella por lo cual no puede clasificarse.

Conclusión

Si bien las úlceras por presión suelen ser frecuentes en el adulto mayor, no significa que sean normales,
no es normal presentar una úlcera por presión, así como tampoco es normal que la persona no se mueva o no se quiera mover.

Si la persona presenta un síndrome de dismovilidad, es decir, una disminución de la capacidad de movimiento que afecta sus actividades diarias, se debe acudir a ayuda profesional para identificar y tratar las causas, evitando, junto con las recomendaciones mencionadas arriba, la aparición de úlceras de presión, así como de muchos otros problemas físicos y emocionales que aparecen cuando disminuye el movimiento.

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