La enfermedad renal crónica (ERC) es un deterioro en la función de los riñones que se diagnostica cuando la persona tiene exámenes de laboratorio que reflejan un funcionamiento renal alterado  por un tiempo mayor a 3 meses. La ERC puede ser una enfermedad asintomática hasta que está muy avanzada y se estima que 1 de cada 8 personas desarrollará esta enfermedad en algún punto de su vida. De hecho, México es uno de los países con mayor prevalencia de ERC del mundo, siendo la diabetes la primera causa en nuestro país seguida de la hipertensión.

Entonces ¿Hay alguna condición que nos predisponga a desarrollar ERC? ¿Cómo puede la dieta alterar la función renal? ¿Cómo se diagnostica la ERC y cómo puede tratarse? ¿En qué casos se recomienda el trasplante renal y qué éxito tiene?

Presenta el Dr. Juan Pablo Ledesma Heyer, Médico Internista y Geriatra. Para responder a estas preguntas nos acompaña la Dra. María Concepción Oseguera Vizcaíno, Médica Cirujana y Partera con Especialidad en Nefrología, cuenta con una Maestría en Bioética y es Médica adscrita al Hospital Civil Fray Antonio Alcalde en la unidad de Trasplantes, además de ser presidenta de la Fundación “Riñón Amigo”. Imagen tomada de piqsels

Índice

¿Hay alguna condición que nos predisponga a desarrollar ERC?

La ERC puede desarrollarse a cualquier edad, y puede aparecer por diferentes causas. Como se mencionó arriba, uno de los principales factores que aumenta la probabilidad de desarrollar ERC es padecer diabetes, pero también hipertensión, glomerulonefritis y enfermedades obstructivas, como es el agrandamiento de próstata o la presencia de piedras en los riñones. También el tabaquismo así como el consumo crónico de medicamentos puede causar ERC. En particular los fármacos analgésicos, como el ketorolaco, naproxeno, diclofenaco, entre otros de libre venta, pueden causar a la larga ERC, al igual que el uso prolongado o repetido de antibióticos.

¿Cómo puede la dieta alterar la función renal?

El consumo excesivo de refrescos y otras bebidas azucaradas, así como el consumo elevado de carnes rojas y embutidos puede alterar la función renal. Por lo anterior, es importante limitar nuestro consumo de estos alimentos en nuestra vida diaria.

¿Cómo se diagnostica la ERC?

En adultos con sospecha de ERC se puede hacer una química sanguínea y un examen de orina para detectar alteraciones en la función renal. Si se encuentra una alteración en estos exámenes se puede mandar a hacer un ultrasonido para observar los riñones. La ERC no siempre presenta síntomas evidentes, pero puede aparecer sangre en la orina, disminución del volumen urinario, hinchazón o edema, presentarse náuseas de predominio matutino, sentir que cambia el sabor de la boca o palidez en la piel, así como presentarse cambios en la tensión arterial. En adultos mayores no siempre hay síntomas claros y se busca cuando está presente alguna otra enfermedad que les predisponga, como la diabetes. Los riñones generalmente no duelen, y si duelen es sobre todo cuando hay presencia de piedras.

¿Cómo se trata la ERC?

Parte muy importante del tratamiento de la ERC es la dieta, lo ideal es acudir con una nutrióloga o nutriólogo renal que nos pueda ayudar a llevar la dieta más adecuada y que afecte lo menos posible la función de los riñones.  Esta enfermedad no tiene cura como tal, pero puede tratarse con bastante éxito mediante diversas medidas, que van a variar según qué tan grave es el deterioro de la función renal. En ocasiones, con ayuda de medicamentos y cuidando la dieta, es suficiente. Cuando el riñón se encuentra más deteriorado, se puede considerar la opción de hemodiálisis o de diálisis peritoneal (las diálisis se hacen para depurar la sangre cuando los riñones ya no lo hacen o lo hacen parcialmente), o en todo caso, considerar recibir un trasplante de riñón. Estos tratamientos pueden funcionar bastante bien y una persona dializada o con trasplante renal puede vivir una cantidad importante de años y tener una buena calidad de vida.

¿En qué casos se recomienda el trasplante renal y qué éxito tiene?

El trasplante renal es de las mejores opciones para un paciente con ERC, ya que las diálisis sustituyen la función del riñón hasta cierto punto pero requieren de hacerse con cierta periodicidad y de ciertos cuidados también. La edad no es ninguna contraindicación para llevar a cabo un trasplante renal, de hecho, el porcentaje de rechazo baja mucho en adultos mayores comparado con niños o personas más jóvenes, en los cuales el rechazo puede ir desde el 30 hasta el 40% de los casos en los primeros meses posteriores a la cirugía.

El trasplante de riñón, cuando resulta con éxito, ofrece la posibilidad de una mejor calidad de vida para la persona, ya que puede llevar una vida prácticamente normal.

Conclusión

La enfermedad renal crónica (ERC) se trata de un deterioro progresivo de la función de los riñones, impidiendo que realicen su trabajo de manera adecuada. Se puede presentar a cualquier edad y en cualquier persona, pero es mucho más frecuente en personas que padecen diabetes o hipertensión, que llevan tiempo fumando o que toman muchos medicamentos. Desafortunadamente la ERC puede no presentar síntomas hasta estar muy avanzada, de ahí la importancia de hacer exámenes periódicos para evaluar la función renal en personas con factores de riesgo.

Aunque no tiene cura como tal, una persona con ERC puede tener una calidad de vida bastante buena si se trata adecuadamente; en los casos en que la función renal aún no está muy deteriorada, el uso de algunos medicamentos y el cuidado estricto de la dieta pueden ser suficiente, en otros casos, se deberá considerar la implementación de diálisis (hemodiálisis o diálisis peritoneal) o la posibilidad de un trasplante renal. Esta última opción puede sonar muy arriesgada, pero en adultos mayores resulta una excelente opción por el bajo porcentaje de rechazo en personas de edad avanzada, y ofrece la posibilidad de llevar una vida prácticamente normal con los cuidados pertinentes.

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