Los cambios constantes en la vida implican pérdidas. Desde el momento en que dejamos el útero de nuestra madre, cuando nos convertimos en adolescentes y luego en adultos, cuando perdemos un trabajo o nos cambiamos de escuela. Definitivamente, muchos de estos cambios se afrontan con entusiasmo, y otros nos cuestan trabajo. La muerte de un ser querido es, sin duda, de las pérdidas más difíciles y complicadas de superar, y es donde solemos transitar un proceso de duelo muy evidente. El duelo, se refiere a una adaptación psicológica que vivimos después de una pérdida significativa, no necesariamente una muerte, puede también ser la pérdida de una relación, de un empleo que nos agradaba mucho, entre otras. 

Entonces ¿Es malo vivir un duelo?¿Cuáles son sus etapas?¿Cuándo se vuelve patológico?¿Es posible reconstruirnos a partir de un duelo?

Presenta el Dr. Juan Pablo Ledesma Heyer, Médico Internista y Geriatra. Para responder a estas preguntas nos acompaña Mercedes Magaña Ramírez, Licenciada en Trabajo Social, con Especialidad en Tanatología y en Psicoterapia Gestalt,  con amplia experiencia atendiendo casos de pérdida y duelos. Imagen tomada de piqsels

¿Es malo vivir un duelo?

El duelo es un proceso completamente natural, no es una enfermedad, sino una condición que nos ayuda a adaptarnos psicológicamente a una pérdida. De hecho, los duelos que no se hablan o no se expresan, tardan más en sanar. Se despliegan muchas emociones durante un duelo, incluyendo tristeza, enojo o frustración, entre otras, pero éstas eventualmente nos ayudan a reparar el daño por la pérdida.

A medida que crecemos y nos hacemos adultos mayores, son cada vez más las pérdidas a las que nos enfrentamos. Otro reto de la vejez. Sin embargo, es importante que nos demos la oportunidad de sentir estas emociones, de contactar con nuestra tristeza y también de pedir ayuda si lo creemos necesario. Sufrir no debe darnos vergüenza. Como dice el proverbio irlandés

“Son amargas las lágrimas que derramamos pero todavía más las que no derramamos”

¿Cuáles son las etapas del duelo?

Se han podido distinguir ciertas etapas que se transitan en un duelo. Estas son:

  1. La etapa de choque, en la que no creemos lo que acaba de suceder. Esta es una autoprotección cerebral para no entrar en crisis.
  2. La negación viene después, en la que no podemos comprender el por qué perdimos eso tan preciado.
  3. Luego aparece el enojo, creemos que es injusto lo que nos sucedió, nos sentimos enojados con Dios o con la vida, e incluso con nosotros mismos.
  4. A continuación viene la tristeza profunda, y en algunos casos, la depresión (cuando la persona se niega a comer, a realizar sus actividades diarias, se aísla, entre otras cosas).
  5. Viene también la etapa de negociación, en la que se empieza a hacer contacto con la realidad y a contemplar opciones para afrontar la pérdida
  6. Por último, tenemos la aceptación, que es diferente a la resignación. La aceptación implica aceptar de manera racional y emocional que hemos perdido aquello que tanto atesorábamos, que las pérdidas son parte de la vida y que la vida sigue. Cambiamos la perspectiva, agradecemos el tiempo que sí tuvimos a esa persona o aquello que nos hacía sentir tan bien.

¿Cuándo se vuelve patológico un duelo?

El duelo es un proceso individual, cada persona lo lleva a su manera. Aunque se ha dicho que un duelo no debe durar más de 2 años, la realidad es que cada persona tiene su ritmo y su tiempo requerido, y es natural que en algunos casos, en particular tratándose de personas mayores, tarden más tiempo en vivirlo. 

“El duelo debe ser sin prisas pero sin pausas, lo importante es no estancarse en una etapa del duelo, sino vivirlo libremente, pero avanzando poco a poco hacia la aceptación”

Se considera que cuando ya podemos hablar tranquilamente de nuestro ser querido o de aquello que tanto nos dolió perder, de alguna manera ya superamos el duelo. Esto no significa que ya no extrañamos a la persona o que ya no la necesitamos, pero ya aceptamos su pérdida. Quedará, como ocurre en la piel y otras partes de nuestro cuerpo, una “cicatriz”, pero seguimos adelante.

¿Cómo podemos reconstruirnos a partir del duelo?

Está bien permitirnos vivir nuestro duelo, es un proceso normal y además necesario para superar una pérdida, sin embargo, si sentimos que nos está costando trabajo avanzar en él, o dejarlo, se recomienda mucho buscar grupos de apoyo, salir del aislamiento y del sufrimiento, así como focalizar nuestra atención en las cosas positivas que sí tenemos. Si bien, no hay un tiempo en específico para superar el duelo, es importante que de vez en cuando hagamos una pausa y observemos hacia nuestro interior ¿Cómo estamos? ¿Estamos bien ahí? ¿O sentimos que ya está dañando a nosotros mismos o a nuestras relaciones? Quizás sea el momento de hacer algo al respecto.

Conclusión

El duelo es una adaptación emocional que se transita tras la pérdida de alguien o algo que era significativo para nosotros. No es una enfermedad, sino un proceso natural que debe vivirse al modo de cada persona y a su tiempo. Desde luego que es posible que nos estanquemos en alguna etapa del duelo, y que esto nos ancle a mucho sufrimiento, a conductas de aislamiento e incluso a una depresión severa. En este caso, se recomienda buscar alternativas o ayuda para salir del duelo. Los grupos de apoyo o la intervención de un especialista, como es un psicólogo o un tanatólogo, puede ser de gran ayuda.

Recordemos que los duelos también nos reconstruyen, nos cambian la perspectiva de muchas cosas, nos ayudan a ser más empáticos, más agradecidos y muy posiblemente, a crecer emocional y espiritualmente.

Lecturas recomendadas